lunes, 29 de septiembre de 2008

Año 2007, intento de transformaciones institucionales.










La Escuela Normal “Juan Bautista Alberdi” es una unidad acadèmica con una larga y rica historia en el ámbito educativo, mas que centenaria, fue modificando su estructura organizativa con el cambio de los tiempos.
En este momento consta de todos los niveles educativos que dependen del Ministerio de Educacion de la provincia: Nivel Inicial, EGB 1 y 2 , EGB 3, y Polimodal y Nivel Superior o Terciario. Toda esta estructura esta regida por la figura de un Rector que es quien coordina y armoniza el funcionamiento de esta institución que es una de las de mayor población estudiantil de la provincia. Esta figura existe desde su creación.
A cargo de los distintos niveles se encuentra una persona que con distintas denominaciones es responsable del funcionamiento de su sector (Director del N. Inicial, Regente de EGB 1 y 2 , Vicerrectores de los niveles EGB 3 y Polimodal y Regente del nivel superior estando a su vez este supervisado por una de los Vicerrectores que debe ser profesor y tener antecedentes y antigüedad en este nivel. )
No es de extrañar que la actual gestión educativa provincial haya tomado la decisión de desmembrar institucionalmente a la Escuela Normal Juan B. Alberdi, una de las instituciones educativas publicas mas antiguas, eficientes y emblemáticas de nuestro medio.
Las sucecivas amenzas que recibió la escuela, junto al sistematico maltrato, la desatención a sus pedidos y necesidades, se hizieron realidad con la medida tomada, la cual apuntaba decidamente a su desarticulación, liquidación y progresiva desaparición institucional.
En Tucumán, los docentes de la escuela lucharon incansablemente para preservar la educación publica y la integridad institucional de las Escuelas Normales.
El fruto de su esfuerzo permitió preservar no solo la integridad institucional de la escuela, sino su mandato institucional que concibe curricular y pedagógicamente a las Escuelas Normales como un complejo educativo que debe garantizar de modo articulado el funcionamiento de los cuatro niveles del sistema educativo (inicial, primario, secundario y terciario) en una sola unidad académica .
Esta dinámica institucional y curricular posibilita que en nuestra escuela, con una población escolar aproximada de 3000 estudiantes, convivan e interactúen de manera secuenciada los ciclos vitales organizadores de la educación sistemática de los niños.
Es bueno saber que los estudiantes de la escuela, sus egresados, los padres y también los profesores, nos hemos movilizado espontáneamente cuando fuimos notificados de que se iniciaba el desmembramiento del establecimiento. Esta reacción muestra que no todo esta perdido y, en un gesto de salud individual y colectiva, los alumnos fuimos capaces de alzarnos contra la arbitrareidad y el autoritarismo. A diferencia de lo que se piensa en las esferas del poder, fuimos capaces de movilizarnos para defender una institución que nos lego valores y principios formativos no frecuentes en estos tiempos, durante los años mas hermosos de nuestras vidas.

lunes, 1 de septiembre de 2008

LA SOCIEDAD SARMIENTO.


Durante la década de 1880, las instituciones educativas más importantes de la ciudad de San Miguel de Tucumán, el Colegio Nacional y la Escuela Normal Nacional, reunían a una serie de jóvenes, algunos tucumanos y otros provenientes de otras provincias de la Argentina que por medio de becas accedían a dicha educación[1]. Muchos de los egresados de estas instituciones educativas accedían con el tiempo al cargo de profesores, siendo en la Escuela Normal obligatorio ejercer la docencia por algún tiempo luego de terminar los estudios, esto significó que muchos de los estudiantes que venían de otras provincias decidieran afincarse en Tucumán para lo cual buscaron la forma de acrecentar sus cargos en el sistema educativo provincial[2].
La idea de crear un espacio literario entre alumnos y ex. Alumnos del Colegio Nacional y la Escuela Normal ya había sido discutida a fines de la década de 1870 y llevada a cabo, sin embargo no habían logrado mantenerla y por lo tanto estos proyectos fracasaron[3]. No obstante, la necesidad de lograr un proyecto de asociación literaria que les diera la posibilidad de reunirse al margen de la educación formal siguió adelante. De esta forma, la iniciativa que partió de Fidel Díaz y de José R. Fierro, pertenecientes a la Escuela Normal logró concretarse en 1882. Según Nicolás Ayala (h), egresado de la Escuela Normal en 1878 y uno de los fundadores, “[…] el origen de nuestra sociedad es netamente normal y sus primeros gestores, guiados únicamente por el deseo de contar con un Centro de reunión para cambiar ideas y desarrollar con estímulo los conocimientos que habían adquirido en las aulas, pudieran concurrir periódicamente, presentando, por designación, trabajos originales, declamaciones, lecturas escogidas y todo aquello que contribuyera a la mayor ilustración de todos los asociados y concurrentes”[4].
Luego de la reunión preliminar del 17 de junio de del mismo año, los asistentes decidieron cursar una invitación formal a “la juventud tucumana que se distinguía por su saber”. La invitación expresaba “Los abajo firmados alumnos y ex alumnos de la Escuela Normal Nacional de esta ciudad; con el deseo de formar una sociedad literaria, invitan a usted a una reunión general que tendrá lugar el domingo 25 del presente a las 12 p.m.[5]”.

En la segunda reunión de la sociedad quedó establecida su organización interna, se reglamentaron sus estatutos y se nombró la primera Comisión Directiva[6]. El objetivo que guió a la Sociedad durante sus años iniciales quedaba establecido en el preámbulo del primer reglamento de la asociación, “Guiados por el deseo laudable del mejoramiento moral e intelectual de la juventud, resolvemos formar una asociación que lleve por nombre Sociedad Sarmiento, cuyo fin es promover el desarrollo y estudio de las ciencias y las letras”[7]


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Entre Azules y Blancos. El Club Atlético Normal.

El 9 de Julio de 1892, en ocasión de la celebración del 76º aniversario de la Declaración de Nuestra Independencia, se produce un hecho que merece ser destacado, se realiza la Primera Fiesta Deportiva en público en nuestra provincia. La organización queda a cargo de la Escuela Normal, a lo largo de una larga jornada se practicarían varios deportes y la disciplina elegida de fondo no sería otra que la por ese entonces denominada football.Darían marco a un gran acontecimiento, no solo los cientos de jóvenes participantes sino también bandas de música y miles de tucumanos que asistirían desde cada uno de los rincones de la provincia para dar el carácter de multitudinario al festejo.Este hecho no pasaría inadvertido para algunos hombres, especialmente para José Fierro que entre mayo y junio de 1893, atento a lo que venía sucediendo y ansioso por otorgarle a los jóvenes la chance de dar un paso adelante con sus inquietudes deportivas, le daría forma al Club Atlético Normal.Este órgano deportivo integrado por estudiantes de la Escuela Normal, puede considerarse quizás, el primer antecedente de Centro Estudiantil en nuestra provincia.Fierro consigue además arrendar campos del predio "El Provincial" para ser utilizados para la práctica activa del deporte.Dentro de este club de estudiantes se formarían dos bandos, uno de mayores a los que les gustaba la práctica del críquet -estos se identificaban con el color azul- y otro de menores a los que les gustaba el football -se vestían de blanco-.Estas diferencias serían canalizadas a través del deporte por Fierro quien organizaría competencias entre ellos en ambos deportes (los dos bandos practicaban tanto críquet como football).Las competencias serían ganadas por los mayores y el vice-rector, como fiel testimonio de lo sucedido e intentando premiar a los vencedores, haría pintar un cuadro como testimonio de lo sucedido. Dicho cuadro estuvo exhibido en su internado de calle Mendoza y en él se dejaba clara constancia de que el triunfo durante aquella contienda en el flamante club juvenil, había correspondido a los mayorcitos.

BAJO EL NOMBRE DE ALBERDI .


1934. La Escuela Normal “Juan Bautista Alberdi”. El decreto.



El 8 de mayo de 1934, el Poder Ejecutivo Nacional designo, por decreto, con el nombre de Juan Bautista Alberdi a la Escuela Normal de Tucumán. Esa medida había sido solicitada por la Biblioteca Alberdi, con motivo de cumplirse los 50 años de la muerte del ilustre autor de las Bases.
Añadía que en el presente caso era tanto mas justificada la solicitud, “cuanto que se trata de uno de los mas preclaros hijos de aquella histórica ciudad, que consagro su vida al bien de la Patria, en las multiples fases de su actividad; como jurisconsulto; filosofo; publicista y político, asi como por su destacada influencia en la Constitucion del país como autor de las Bases y su vasta obra pro de la educación publica”.
Finalizaba expresando que “era de justicia ligar su nombre a dicha institución docente de la ciudad que fue su cuna, a fin de recordar como ejemplo, a la juventud que concurre a sus aulas; la acción alta y fecunda con que tan inminente ciudadano contribuyo al engrandecimiento y progres de la Nacion”.

1880-1890. Se inagura la Escuela Normal de Maestras. Las primeras egresadas.


La Escuela Normal de Maestras abrió sus puertas el 26 de junio de 1888, bajo la dirección de Delia Robles Madariaga. Debió funcionar al comienzo con pupitres prestados por la Normal de varones y el gobierno provincial, hasta que llego parte de los muebles norteamericanos encargados con ese destino. A la Escuela de Aplicación concurrían ese año 361 alumnas.
En 1890, egresaron las primeras alumnas, y en 1890 recibieron títulos de maestras normales.
En 1892 se organizo también el personal administrativo y docente de la Normal de varones.

La enseñanza. Prestigio de la Escuela.

En cuanto a la enseñanza que suministraba la Escuela, de acuerdo al plan de estudios implantados por el Consejo Nacional de Educación, comprendía “la primaria gradual y completa para ambos departamentos de aplicación anexos, y la profesional para el curso normal, con un plan que se desarrolla en cuatro años. Los alumnos que concluyen ls 6 grados de la instrucción primaria, quedan de hecho habilitados para ingresar al primer año de cualquier Escuela Normal o Colegio Nacional; y los que concluyen a la carrera del magisterio; quedan igualmente habilitados para continuar por tres años más, si asi les conveniera, en las Escuelas Normales de profesores para recibir un nuevo diploma que les da derecho a desempeñar los cargos directivos o docentes de los establecimientos o docentes de los establecimientos de segunda enseñanza, o la inspección de los mismos ”

domingo, 24 de agosto de 2008


Aspecto que presentaria la Escuela Normal en sus comienzos